Durante este 2018, en México se registraron varios atentados contra policías de diferentes estados, dejando como saldo varios uniformados muertos.
En abril, seis miembros de la Policía Estatal fueron emboscados y asesinados en la sierra de de Zihuatanejo, Guerrero. Solo dos meses más tarde, seis elementos de seguridad vial del municipio de Salamanca, Guanajuato, fueron asesinados a balazos cuando realizaban un operativo para revisar vehículos sobre la avenida Sol, en la colonia La Gloria.
Según informaron varios medios, los uniformados fueron sorprendidos por los agresores, pero no pudieron defenderse del ataque porque no portaban armas. Durante el mes de julio, cuatro policías fueron abatidos en la comunidad de Tezonapa, Veracruz. En octubre, cuatro elementos de la Secretaría de Seguridad fueron asesinados a balazos en el municipio de Almoloya de Alquisirias, en el Estado de México.
En el mismo mes, un enfrentamiento entre policías municipales y presuntos huachicoleros dejó como saldo a seis uniformados muertos, en el municipio de Amozoc, Puebla.
El hecho más reciente ocurrió el pasado 2 de diciembre en el municipio de La Huerta, Jalisco, donde seis efectivos de la Fuerza Única fueron asesinados, en uno de los ataques más sangrientos contra las fuerzas de seguridad en los últimos meses.
A través de Twitter, la Fiscalía de Jalisco señaló que el suceso tuvo lugar solo unos días después de un ataque contra el consulado de Estados Unidos en Guadalajara, la capital del estado.
Aunque no se determinó quién fue el responsable de la masacre, se afirmó que la zona es conocida por ser el territorio del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), una de las organizaciones criminales más poderosas de nuestro país.