De Salinas a AMLO… seis presidentes vieron la larga vida criminal de ‘El Chapo’ Guzmán

Es el fin de una etapa en su vida personal y criminal que abarcó poco más de 40 años,  Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, otrora líder del Cártel de Sinaloa.

De Salinas a AMLO... seis presidentes vieron la larga vida criminal de 'El Chapo' Guzmán

Fue condenado a cadena perpetua más 30 años de prisión en el juicio que enfrentó en Brooklyn, ciudad de Nueva York. Es el fin de una etapa en su vida personal y criminal que abarcó poco más de 40 años,  ‘El Chapo’ fue declarado culpable el 12 de febrero de 2019 de 10 cargos de narcotráfico de cocaína, uso de armas de fuego y conspiración para lavado de dinero producto del narcotráfico, entre otros.

En los tres meses que duró el juicio, por la corte de Brooklyn pasaron 56 testigos, 14 de los cuales eran gente que estuvo muy cercana a él y ahora están presos en Estados Unidos como El Vicentillo Zambada, Dámaso López así como los hermanos Jorge y Alex Cifuentes y hoy fue condenado a cadena perpetua.

Durante esos 40 años, Guzmán Loera vio pasar a 6 presidentes en 6 sexenios diferentes y este es el recuento:

1988-1994 Carlos Salinas de Gortari: de lugarteniente a líder de cártel

En este sexenio encontramos a un todavía joven Guzmán Loera como pistolero y lugarteniente de Miguel Ángel Félix Gallardo, alias “El Padrino”, entonces el principal narcotraficante de cocaína en México con el Cártel de Guadalajara ; con ellos estaban los hermanos Arellano Félix.

En 1989 Gallardo fue detenido y procesado, su grupo se dividió y Joaquín Guzmán se trasladó a Culiacán para conformar el Cártel de Sinaloa, donde empezó su poderío. La rivalidad con los Arellano Félix tocó su punto más alto el 24 de mayo de 1993, cuando ambos cárteles protagonizaron una balacera en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara donde una de las siete víctimas fue el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.?

El 9 de junio de 1993, Joaquín Guzmán fue capturado por primera vez en la frontera de Guatemala con México; la primera cárcel a la que ingresó fue el Centro Federal de Readaptación Social No. 1 en Almoloya de Juárez, Estado de México donde vio allí el final del sexenio salinista.

1994-2000 Ernesto Zedillo Ponce León: encarcelado pero no maniatado

En el penal de Almoloya vio la llegada a la presidencia de Ernesto Zedillo Ponce de León hasta el 22 de noviembre de 1995, cuando fue trasladado al penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco. Su ingreso genera la icónica imagen con el uniforme caqui pero con una actitud serena y desafiante.

Allí crece su historia que a pesar de estar encarcelado eso no le impide operar su organización, al tiempo que controla y corrompe toda la estructura penitenciaria, a través de una “nómina” millonaria que abarcaba grandes alturas de funcionarios. Desde allí observará la salida del PRI de Los Pinos.

2000-2006 Vicente Fox: la fuga y el inicio de la leyenda

El primer gobierno panista encabezado por Vicente Fox se empaña por la fuga del “Chapo” de Puente Grande el 18 de enero de 2001, escondido en un carro de lavandería. Posteriormente se determinaría que en este hecho participaron 71 personas, entre ellas 15 funcionarios del sistema penitenciario.

Su desaparición y la fallida búsqueda en todo el sexenio van consolidando la leyenda de que se trata del capo del narcotráfico más poderoso de la historia contemporánea. Las versiones de su poderío, violencia y actitudes sanguinarias para mantener el liderazgo fueron parte fundamental de la crónica del crimen organizado de esos años; Fox dejó Los Pinos sin dar con su paradero.

2006-2012 Felipe Calderón: el hombre más buscado, más poderoso y más temido

Con su estrategia directa de combate al crimen organizado, el gobierno de Felipe Calderón daba la impresión de que más pronto que tarde capturaría al “Chapo”: eso nunca ocurrió. La prensa y los analistas de manera recurrente señalaban que los operativos y las acciones estaban más encaminadas en afectar a sus rivales, lo que era desmentido de manera recurrente.

En esos años Estados Unidos manifestaba su preocupación de lo que Guzmán Loera representaba; esto se reflejó cuando la revista Forbes, enfocada a los negocios y famosa por sus listas sobre las personas más influyentes, poderosas y millonarias del mundo puso al capo dentro de ellas por lo que estimaba su fortuna por arriba de los mil millones de dólares.

Para 2008, el gobierno de Estados Unidos solicitó su captura y extradición para enfrentar cargos de lavado de dinero y conspiración para transportar cocaína. Más aún, tras la muerte de Osama Bin Laden en 2011, el FBI lo puso a la cabeza de los diez más buscados; en algunas ciudades como Chicago era catalogado como el enemigo público número uno por sus operaciones de narcotráfico. El segundo sexenio panista terminó sin poder capturarlo.

2012-2018 Enrique Peña Nieto: recaptura y fugas “al estilo Hollywood”

Como uno de los objetivos prioritarios en el combate al crimen organizado, el “Chapo” vio cómo se iba cerrando poco a poco el círculo de presión policiaca en su entorno en el segundo tercio del sexenio del priista Enrique Peña Nieto, gracias a la presión de Estados Unidos. El 22 de febrero de 2014, fue detenido por elementos de la Marina Armada de México en Mazatlán, Sinaloa; en la captura ayudaron elementos de la DEA y los Marshalls.

Ingresó al penal federal de Almoloya de Juárez donde habría de generar otro capítulo de su leyenda como líder criminal: La noche del 11 de julio de 2015, volvió a fugarse a través de un túnel construido por sus cómplices que llegó hasta la regadera de su celda. Este episodio “hollywoodense” fue dado a conocer por la prensa mexicana hasta la madrugada del 12 de julio.

La cacería volvió a emprenderse: quedó registrado que el 16 de octubre de 2015, volvió a escapar de su recaptura y fue herido en una pierna y en el rostro. Finalmente el 8 de enero de 2016, a través de Twitter, el presidente Enrique Peña Nieto confirmaba su captura por tercera vez en un operativo de la marina en la ciudad de Los Mochis, Sinaloa; volvería a la cárcel de «El Altiplano», de la cual se fugó 181 días antes para luego llevarlo al penal de Ciudad Juárez, escala previa a su extradición a Nueva York el 20 de enero de 2017 para hacer frente a cargos por narcotráfico.

Peña Nieto quedó marcado en su sexenio con esta azarosa historia del Chapo Guzmán; incluso a unos días de entregar el cargo, el 5 de noviembre de 2018 vio como iniciaba su juicio en un tribunal de Brooklyn bajo impresionantes medidas de seguridad.

2018-2024 Andrés Manuel López Obrador: cita con la justicia, ¿destino final?

Pese a sus conferencias mañaneras Andrés Manuel López Obrador inició su mandato presidencial con la “competencia mediática” que representó el seguimiento día con día del juicio al sinaloense. El 12 febrero de 2019 pasó a la historia como el día que el jurado lo declaró culpable.

A su vez el gobierno de la Cuarta Transformación mostró un rostro benévolo y humano con la madre y hermanas de Joaquín Guzmán Loera, pues al recibir las correspondientes peticiones (luego de una gira por Badiraguato, Sinaloa), el presidente adelantó que impulsaría que recibieran visas humanitarias para visitar al capo en su celda.

Pese al debate público que esto generó, en el mes de junio se reveló por parte de la propia Consuelo Loera, madre del narcotraficante que la embajada estadounidense en México le otorgó una visa para que pueda viajar y visitar a su hijo en la cárcel. Es de esperarse que estará ahí y escuchará en primera fila la sentencia que se le otorgue a su hijo Joaquín Guzmán Loera, lo que podría poner fin a una historia de crimen, poder, dinero y violencia a raudales.

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