Miguel Ángel Treviño Morales, mejor conocido por su alias Z40 y por liderar al cártel mexicano de Los Zetas, torturó y asesinó.
A su suegra con una inyección letal de bótox en la axila, así lo narró quien fuera uno de sus lugartenientes durante una audiencia en un juzgado federal de Plano, en la que fue sentenciado a cadena perpetua. El Z40 fue considerado uno de los narcotraficantes más violentos y sanguinarios.
Además este no tenía piedad a la hora de castigar a sus enemigos, sin importar que fueran miembros de su propia familia, así lo confirmó la narración que Hugo César Román Chavarría, alias el Vecino, hizo a las autoridades estadounidenses.
Así mató a la madre de su esposa
Román Chavarría explicó que otro narco identificado como José María Guizar Valencia le confesó que vio a Treviño Morales matar a su suegra con una sobredosis de toxina botulínica, eso le causó un masivo ataque cardiaco. El Z40 arregló todo para que un médico forense declarara que otra había sido la causa de su muerte. Treviño Morales también convenció a su esposa de que elementos de la Policía Federal habían matado a su madre.
Hugo César Román fue sentenciado a cadena perpetua por sus vínculos con Los Zetas, un cártel caracterizado por asesinar a civiles inocentes para infundir miedo entre la población y bandas rivales. Investigaciones periodísticas en los Estados Unidos señalaron que el Z40 acostumbraba a morder el corazón de sus víctimas, pues creía que eso le haría invencible, también se dijo que las cocinaba.
Los Zetas controlaban el tráfico de drogas que iban desde Centroamérica hasta Estados Unidos, según informes del Departamento de Justicia.
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De acuerdo con medios mexicanos y especialistas en seguridad estadounidenses, dicha organización criminal se conformó por ex elementos de élite del Ejército que comenzaron su actividad criminal como brazo armado del Cártel de Golfo, en el estado de Tamaulipas, al norte de México.