CHILPANCINGO.- El 29 de enero de 2020, decenas de familias tuvieron que abandonar sus casas en la comunidad de Zihuaquio.
Municipio de Coyuca de Catalán, en la región de la Tierra Caliente de Guerrero, debido a que presuntos pistoleros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) quemaron sus viviendas y destilerías de mezcal. Se refugiaron en Vallecitos de Zaragoza, Zihuatanejo.
Hace poco más de una semana regresaron a la comunidad de Zihuaquio, resguardadas por fuerzas de seguridad federales y estatales; sin embargo, este miércoles tuvieron que salir huyendo de nueva cuenta ante nuevas amenazas del CJNG.
Según el Sur de Acapulco, uno de los desplazados por la violencia denunció que el viernes recibieron una llamada «muy fuerte, donde amenazaban que iban acabar con todas las familias si no dejábamos el pueblo, la gente se espantó mucho y tuvimos que regresar a Vallecitos de Zaragoza».
El poblador informó que entre sábado y domingo las familias dejaron nuevamente Zihuaquio, donde ya empezaban a reconstruir sus viviendas y fábricas de mezcal, destruidas por el CJNG hace dos años, cuando salieron desplazados.
Aunque hay vigilancia en la comunidad, el grupo de la delincuencia amenazó que iban a matar a nuestras familias (que están fuera de Zihuaquio) si no nos salíamos, es por eso que se tomó la decisión de regresar al lugar donde estábamos refugiados
Los desplazados tuvieron que salir con sus pertenencias con las que habían regresado apenas una semana antes, cuando regresaron a la comunidad mezcalera escoltados por soldados del Ejército, la Guardia Nacional y policías estatales.
Una de las razones por las que no nos quieren en la comunidad es porque se están llevando nuestro maguey, prácticamente se están robando todo nuestro maguey, y pues es el sustento de las familias que en su mayoría se dedican a la producción del mezcal», reveló el campesino mezcalero
Los pobladores exigieron al presidente Andrés Manuel López Obrador y a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda que no se retire la seguridad en el pueblo, y que, por el contrario, se instale un cuartel en esa zona para poder regresar a trabajar sus tierras.
«Vamos a aguantar unos días más para ver qué soluciona el gobierno y las autoridades competentes, nosotros quisiéramos regresarnos, estuvimos poco tiempo y aun así sufrimos dejarlo de nuevo, esperemos que haya un buen arreglo para regresar de nueva cuenta».
Los pobladores regresaron después de dos años de permanecer desplazados por el CJNG; encontraron un pueblo abandonado y destruido. Durante su regreso informaron que comenzarían a reconstruir sus casas y las fábricas de mezcal.
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En esta parte de Guerrero los campesinos producen 70 mil litros de mezcal al año. En enero de 2020, cuando fueron desplazados, tenían más de 20 mil litros producidos que se quedó el CJNG.